¿Cómo son las puertas blindadas y cómo se hacen?
Cómo mejorar la seguridad de nuestra vivienda
Cuando queremos incrementar la seguridad de nuestro hogar, nuestro garaje, nuestro trastero o incluso nuestro negocio, las primeras preguntas que nos hacemos son: ¿Cómo es una puerta blindada? ¿Cómo se hacen? ¿Qué diferencia hay con la puerta que tengo ahora?
En cualquier puerta blindada se deben tener en cuenta tres partes:
– La puerta: debemos diferenciar entre una puerta acorazada (totalmente de metal) y una puerta blindada (estructura interna de metal, exterior de madera). En función de las necesidades, será necesaria un tipo de puerta u otra.
– La cerradura: En general, una buena puerta tendrá incluida una buena cerradura acorde a la misma. Sin embargo, actualmente existen cerraduras electrónicas, que permiten control remoto y que impiden que ningún ladrón intente manipularla (ya que no es accesible desde el exterior).
– El marco: Debemos tener en cuenta que invertir en una buena puerta sin tener en cuenta el marco, es tirar el dinero. El marco debe ser resistente y que se ajuste a la puerta para garantizar la total seguridad.
¿Qué diferencia existe con mi actual puerta?
La mayoría de viviendas en España cuentan con puertas cuyas puertas son fáciles de abrir mediante el bumping (uso de llave maestra) o mediante uso de herramientas (palancas, motosierras, martillos…). En el primer caso, la cerradura es la debilidad de la vivienda, en el segundo caso, del marco y la puerta.
Evidentemente, los tiempos han cambiado. Antes las puertas eran básicas y respondían a la necesidad de proteger la vivienda de forma elemental. Actualmente la tecnología ha mejorado, para bien y para mal, por lo que muchas puertas presentan un nivel de protección inferior a los métodos de robo más comunes.
Por lo tanto, cuando una persona decide adquirir una puerta blindada para su hogar, no está adquiriendo únicamente el bien material, sino la garantía de adquirir una puerta cuyos materiales son resistentes, duraderos y eficaces. ¿Cómo podemos saber que no nos engañan? Muy fácil, ya que cualquier puerta de seguridad debe estar homologada, conforme a las normas UNE-EN 1627. De este modo, podemos asegurarnos que las puertas han sido testadas en laboratorio frente a múltiples herramientas, violencia e incluso fuego y cuyos resultados han cumplido los estándares exigidos por la Unión Europea.
Algunos consejos para comprobar la seguridad de una puerta son:
– Si el certificado es anterior a 2011, NO garantizan la seguridad.
– En la web de la Agencia Estatal de Acreditación y Normalización (AENOR) es posible comprobar el grado de certificación mostrado por el fabricante.